Niños huérfanos tras la tragedia en la discoteca Jet Set: Cómo apoyar su proceso emocional

La reciente tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set ha dejado un dolor profundo en muchas familias. Entre los afectados, hay niños que han perdido a uno o ambos padres, quedando de repente huérfanos. Esta realidad, desgarradora y difícil de imaginar, requiere más que palabras de consuelo: necesita comprensión, acompañamiento y acción consciente.

Como psicóloga infantil, quiero compartir algunas reflexiones y orientaciones para acompañar emocionalmente a estos niños en su proceso de duelo y adaptación.

El duelo infantil: cómo lo viven según su edad

Cada niño vive el duelo de manera distinta, dependiendo de su etapa del desarrollo:

  • Niños pequeños (2-6 años): pueden no entender que la muerte es irreversible. Pueden preguntar constantemente por sus padres o mostrar regresiones (mojar la cama, hablar como bebés).
  • Edad escolar (7-12 años): ya comprenden el concepto de muerte. Pueden sentir tristeza intensa, culpa o rabia, y tener muchas preguntas sobre lo ocurrido.
  • Adolescentes: pueden experimentar una mezcla compleja de emociones, desde profunda tristeza hasta negación, ansiedad o conductas de riesgo.

Señales emocionales que podrían aparecer

  • Llanto frecuente o aislamiento
  • Cambios en el sueño o apetito
  • Pesadillas o miedos nuevos
  • Problemas de concentración en la escuela
  • Expresiones de culpa o enojo

¿Cómo ayudar a un niño que ha perdido a sus padres en una tragedia?

Acompañar, no presionar: Deja que el niño exprese lo que siente a su ritmo. No obligues a hablar si no quiere, pero mantén siempre la disponibilidad para escucharlo.

Nombrar lo ocurrido con verdad y delicadeza: Adaptando el lenguaje a su edad, es importante que el niño entienda que sus padres han muerto y que no van a volver.

Ofrecer espacios de expresión emocional: A través del juego, el dibujo o los cuentos, los niños pueden procesar mejor sus emociones.

Mantener rutinas estables: La estructura brinda seguridad. Aunque nada será igual, conservar rutinas diarias les da un ancla emocional.

Dar afecto y presencia: Más que explicaciones racionales, los niños necesitan sentir que no están solos, que alguien los cuida y los quiere.

Buscar ayuda profesional: El acompañamiento psicológico puede marcar la diferencia en cómo este niño integrará su pérdida a lo largo de su vida.

¿Qué puede hacer la comunidad educativa y social?

  • Brindar apoyo emocional y académico sin presionar.
  • Estar atentos a cambios de conducta.
  • Evitar estigmatizar o sobreproteger.
  • Acompañar a la familia que asume el cuidado del niño.
  • Promover campañas de apoyo psicológico gratuito o accesible.

No es fácil asumir el cuidado de un niño en duelo. Habrá días buenos y días muy difíciles. Pero tu presencia, tu paciencia y tu capacidad de escuchar y contener son ahora el mayor regalo que puedes ofrecer.

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