El conductismo y la disciplina positiva son dos enfoques diferentes para la educación de los niños. Hoy quiero compartirte un poco de sus diferencias.
El conductismo se basa en la teoría de que los comportamientos humanos son producto de las respuestas a estímulos externos. Esto significa que los niños aprenden a través de la asociación entre sus acciones y las consecuencias que reciben.
Un ejemplo de cómo se aplica el conductismo en los niños es a través del uso de refuerzos y castigos. Por ejemplo, si un niño recibe una recompensa (refuerzo positivo) cada vez que entrega su tarea a tiempo, se espera que su comportamiento de entregar las tareas a tiempo se fortalezca y aumente con el tiempo. De manera similar, si un niño recibe un castigo (refuerzo negativo) por no respetar las reglas de la clase, se espera que su comportamiento de respetar las reglas aumente.
En este enfoque, los comportamientos se ven como respuestas condicionadas a estímulos externos y se busca influir en ellos a través del uso de refuerzos y castigos. De esta manera, se busca modificar o controlar los comportamientos indeseables y fortalecer los comportamientos deseables.
Por otro lado, tenemos la disciplina positiva que se enfoca en el fortalecimiento de las relaciones entre los niños y sus cuidadores, y en el fomento de comportamientos positivos a través del refuerzo verbal y la resolución pacífica de conflictos. Este enfoque se centra en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en lugar de simplemente corregir comportamientos inadecuados.
Algunas herramientas de disciplina positiva que se pueden usar en la educación de los niños incluyen:
- Consecuencias naturales: Permitir que los niños experimenten las consecuencias naturales de sus acciones, como por ejemplo, no tener su juguete favorito si no lo cuidan adecuadamente.
- Aprendizaje a través de la experiencia: Ofrecer oportunidades para que los niños aprendan a través de la experiencia, haciendo énfasis en la solución de problemas y el pensamiento crítico.
- Resolución de conflictos: Enseñar a los niños a resolver conflictos de manera pacífica y a través del diálogo.
- Establecimiento de límites claros y consecuentes: Establecer límites claros para los comportamientos inaceptables y aplicar consecuencias consistentes cuando se incumplen.
Estas herramientas se centran en el fortalecimiento de las relaciones entre los niños y sus cuidadores, y en el fomento de comportamientos positivos a través del refuerzo verbal y la resolución pacífica de conflictos, en lugar de simplemente corregir comportamientos inadecuados
En resumen, la principal diferencia entre el conductismo y la disciplina positiva es que el primero se enfoca en la corrección de comportamientos y la segunda en el desarrollo integral de los niños.